viernes, 24 de febrero de 2012

España-Francia: el dopaje y otros aspectos “menos” importantes.

Los franceses se han colado tres pueblos con los deportistas españoles, a mi parecer por la envidia que nos tienen en este tema, y soy el primero que los critica por ello. Pero llevamos una semana con el mismo tema, defendiendo a unos personajes públicos por el mero hecho de compartir nacionalidad con ellos. No sé si se dopan o no (y en cierto modo me da igual), y reconozco que disfruto como un tonto cuando veo a Rafa morder trofeos, a Alberto disparar  con sus dedos, a Pau enseñar sus anillos de campeón o a Fernando haciendo el gesto de los pajaritos.
Me emocioné cuando Iker levantaba la Eurocopa y la Copa del Mundo y tantos otros deportistas levantando copas en representación de España (Basquet, Fútbol Sala, Davis...). Disfruto, sí, pero no me jugaría el cuello por ellos porque realmente no sé si se dopan o no, no lo puedo asegurar. Aunque a mí lo que realmente me duele es que en Europa se rían de nosotros porque vamos a la cola en Educación y Empleo... y ante eso nos mantenemos pasivos. Parece que nos diera igual que nos llamen analfabetos, eso sí, en Deportes somos los mejores y que nadie lo dude que lo defenderemos a capa y espada. Se están privatizando hospitales, se derogan decretos para las oposiciones, existen privilegios legales para la realeza y otros altos cargos, se hacen reformas laborales, hay muchísimo paro y fracaso escolar, se incrementan las ayudas a la iglesia y se recorta en investigación... todo ello porque muchos (no todos) de nuestros políticos (y sindicalistas, que no se nos olvide) son unos incompetentes y unos ladrones. Y ante eso no nos manifestamos ni protestamos, simplemente tragamos. En este aspecto, y eso sí que me da coraje, los franceses van por delante. En el país vecino, ante estas situaciones se manifiestan, si no se consigue nada por la buenas luchan cuerpo a cuerpo, queman contenedores, hacen barricadas y lo que haga falta. Aquí en España la mayor masa social que se puede ver es en Canaletas o Cibeles, cuando dos equipos de fútbol que asfixian a todo el panorama nacional ganan algún título o ridiculizan al eterno rival.

Me encanta el deporte y disfruto con el deporte español, pero no suelo ver a nuestros deportistas luchando ni manifestándose contra la crisis y los políticos en este país. Cada uno va a lo que más le conviene y eso deberíamos hacer todos, por eso cambiaba todos esos trofeos con los que disfruto casi a diario por que mi país y la gente que en él habitamos fuésemos tan inconformistas como los franceses, que luchásemos por nuestros intereses comunes y no nos dejásemos pisotear, qué fuésemos revolucionarios ante situaciones intolerables. Eso es los que yo envidio de los franceses, pero aquí parece que la honra se salva con ganar una competición deportiva.

Cada uno tendrá sus prioridades, eso es respetable, pero a mí me insultan más llamándome analfabeto, conformista, sumiso, parado... que acusándome de dopaje.

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