Fue un atardecer a
mediados de Enero, hacía frío y una neblina ensombrecía el ambiente mientras
llegaba a una oficina de correos para
enviar unos paquetes a unos familiares. Esa dependencia permanecía
abierta, ininterrumpidamente, desde las 8:00 de la mañana hasta las 21:00 de la noche, y cuando me dirigía
hacia allí me preguntaba si no era desmesurado el horario de atención al
cliente y pensaba que habría gente trabajando en ese lugar hasta unas horas en las
que una administración de ese tipo estaría prácticamente vacía.
Un viaje a distintos mundos, por distintos caminos, los cuales convergen a un mismo lugar: la vida de un bohemio apasionado
martes, 22 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
Lance Armstrong...
"Lanza de brazo fuerte"
(siempre he tenido esta absurda afición de "traducir" los nombres
ingleses) siempre fue una persona ‘non grata’ para mí. Como defensor a ultranza
del producto español, no podría soportar que ningún deportista extranjero
superara a algún compatriota, mucho menos tratándose de Miguel Indurain, cuyas
tardes de gloria me hicieron amenizar las calurosas siestas de julio allá por
los años 90. Puede que la testosterona u otra hormona de igual calibre me
hicieran pensar así en torno a esa pasión por el género nacional... todo eso se
suavizó con el tiempo ¡menos mal! Pero Armstrong, era un enemigo al que temer y
mucho más por tratarse de un yankee, ¡es que no los soporto! Eso sigue igual o
peor, y razones creo que no me faltan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)