miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bajo el mismo cielo que otras civilizaciones

El mes de agosto nos ha traído noches de estrellas fugaces, de lluvias de meteoros, de Perseidas… y ciertamente es un placer contemplar el cielo, en noches claras y despejadas, lo más alejado posible de cualquier foco de contaminación lumínica. Relajación y belleza, sensación de bienestar y magia, oscuridad y luz, el simple hecho de contemplar o incluso adivinar constelaciones y figuras imaginarias que se forman en la inmensidad del cosmos.